Vida y muerte de san Lázaro - Antonio Mira de Amescua - E-Book

Vida y muerte de san Lázaro E-Book

Antonio Mira de Amescua

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Beschreibung

Vida y muerte de San Lázaro es una comedia de corte religioso del dramaturgo Antonio Mira de Amescua. En ella se relata en tono desenfadado y siempre en verso un episodio de la vida del santo según la recoge la tradición católica, siempre desde un enfoque piadoso arraigado en la moral católica de la época.

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Veröffentlichungsjahr: 2021

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Antonio Mira de Amescua

Vida y muerte de san Lázaro

Edición de Antonia María Mora Luna y Aurelio Valladares Reguero

Saga

Vida y muerte de san Lázaro

 

Copyright © 2011, 2021 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726660463

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

VIDA Y MUERTE DE SAN LÁZARO

Personas que hablan en ella

nabal , que es rico jordán , lacayo lázaro , galán baltasar , criado padre de abigaíl abigaíl , dama ana , criada custodio , angel el demonio josef dos criados

JORNADA PRIMERA

Salen Nabal y Jordán, lacayo

 

nabal Deja que blasfemias diga.

jordán No has de decir tal blasfemia.

nabal Si Dios con trabajos premia,

¿qué dará cuando castiga?

5 jordán Consolémonos los dos,

que hambres pasamos iguales,

y en los bienes y en los males

gracias le demos a Dios.

nabal ¿Que dé gracias me aconsejas

10 a Dios de ser pobre? ¡Bueno!

¡De rabia y de afrenta lleno,

le daré voces y quejas!

El rico soberbio y vano

se las dé, que yo, afligido,

15 solamente he recibido

pesadumbres de su mano.

Gracias dé el favorecido,

que yo, que no soy dichoso,

si le doy gracias quejoso,

20 ¿qué le daré agradecido?

En vano intentas, Jordán,

importuno, aconsejarme;

que para desesperarme

tus consejos servirán.

25 Tales efectos se ven

de ardor, que en mi pecho lidia:

muero rabiando de envidia

si miro el ajeno bien;

que, en pesar tan riguroso,

30 para aumentar mi desvelo,

conmigo es avaro el Cielo

y con los demás piadoso,

pues su mano –¡pena rara!–,

para hacer mayor mi mal,

35 es con todos liberal

y sólo conmigo avara.

Todo me falta –¡ay de mi!–,

ninguna hacienda poseo,

pobre y mísero me veo.

40 jordán Eso es peor para mí.

Que me admire, señor, deja,

de oírte ese sentimiento.

¿En vez de agradecimiento

del Cielo previenes queja?

45 Tan pobre como tú estoy,

pues sin esperanza alguna

sigo tu misma fortuna

y al Cielo gracias le doy.

Repara alabanzas tantas

50 que a su Criador dan leales

sensitivos animales

y vegetativas plantas.

Todos en su estado viven

conformemente contentos,

55 porque en agradecimientos

retornan lo que reciben;

y así es justo que me asombre,

que en instinto natural

agradezca un animal

60 y llegue a ignorar un hombre.

nabal Ya persuadirme no es bien

cuando estoy desesperado;

yo solo soy desdichado,

todos dichosos se ven.

65 Nace una fuente y apenas

brota la líquida plata,

cuando arroyo se desata

entre doradas arenas,

y aunque en humildes caudales

70 antes corrió bullicioso,

río le forman undoso

los adquiridos cristales.

Y después que llega a estar

rico de inmensa corriente,

75 el que nació pobre fuente

muere caudaloso mar.

Nace en el verde botón

aprisionada la rosa,

y después con pompa hermosa

80 es del prado ostentación.

En suave fragancia crece,

y de las perlas que llora,

liberal la blanca Aurora

rico tesoro le ofrece.

85 Sale el sol con brilladores

rayos de la blanca espuma

para dar belleza suma

a las plantas y a las flores;

pues con el claro arrebol

90 que pródigo se acredita,

cuanto la noche marchita,

tanto reverdece el sol.

Y yo en pena rigurosa,

tal pobreza me fastidia

95 que llego a tener envidia

del sol, la fuente y la rosa.

jordán Ten, señor, más confianza,

aunque el hado te persigue,

porque todo lo consigue

100 la paciencia y la esperanza;

que aunque tu pena importuna

durar se ve deste modo,

el tiempo lo muda todo

y lo acaba la fortuna.

105 No hagas extremos tales,

y esos trabajos que tienes

recíbelos tú por bienes

y dejarán de ser males.

nabal Enigmas me estás diciendo.

110 Yo no entiendo esos amores,

que no quiero los favores

del Cielo, no los pretendo.

Soy hombre muy liberal:

a ningún mal quiero bien,

115 el bien admito por bien

y el mal recibo por mal.

Regalos de Dios se llaman

los males que desestiman,

las miserias que lastiman,

120 las desventuras que infaman.

Si Dios tiene tanta cuenta

con el pobre, ¿para qué,

aventurando su fe,

le da por vida una afrenta?

125 jordán El que es bueno, ¿no está lleno

de bien?

nabal Sí.

jordán Luego la queja

ya es injusta, pues le deja

Dios poder para ser bueno.

nabal Yo estoy de pobreza loco.

130 Sólo conozco y me fundo

en que soy en todo el mundo

quien debe al Cielo más poco.

jordán Tus discursos son ajenos

de hombre, si eres desdichado;

135 ¿yo que nací tu criado

seré quien le debe menos?

No has hecho tanto por mí.

Mira cuál somos los dos:

que tú no sufres a Dios

140 y yo te he sufrido a ti.

Dale, pese a Bercebú,

gracias de que no eres yo;

que ya mi amor se las dio

de que no soy como tú.

145 nabal Eres tú muy virtuoso.

jordán Yo que a ser pobre he llegado,

estoy de mí lastimado

mas no del Cielo quejoso.

nabal Yo no diera sentimientos

150 al Cielo en cosa ninguna,

si con mi baja fortuna

midiera mis pensamientos.

Ya que pobre nací yo,

sin gusto y amor naciera,

155 porque pobre me sufriera,

mas pobre y amante no.

¿Qué concierto, qué armonía

harán de apetitos llenos

bienes que son tan ajenos

160 y desdicha que es tan mía?

Si a la hermosa Abigaíl

quiero ver en mis enojos,

se oponen luego a mis ojos

nubes de pobreza vil.

165 Si en pasión tan ciega y loca

quiero pedir su belleza,

luego pone mi pobreza

lazos de miedo a mi boca.

Aquí del templo a la puerta,

170 triste aguardo su hermosura,

con una muerte segura

y una vida muy incierta.

Sentirá de verme enojos,

que en la mujer, ¡qué rigor!,

175 tiene crédito mayor

la ignorancia de los ojos.

Que interesable y terrible

piensa con villano modo,

que para los pobres todo

180 lo hizo Dios imposible.

jordán ¿Cómo sabes que ha de ser

mujer tan noble y amable,

y tan bella, interesable?

nabal ¡Ay, Jordán, como es mujer!

Sale Lázaro muy galán y Baltasar, su criado

185 lázaro ¡Qué honesta, qué virtuosa

es Abigaíl! Que fuera,

si honestidad no tuviera,

vana culpa el ser hermosa.

Su belleza y su cordura

190 me agrada con igualdad,

que a faltar la honestidad

me ofendiera su hermosura.

baltasar

Tiene fama generosa

en todo Jerusalén.

195 lázaro Es el vivir bien y obrar bien

más beldad que el ser hermosa.

nabal Ya ha venido este enfadoso.

Éste puede a Dios muy bien

dar gracias. Miren en quién

200 pone el Cielo el ser dichoso.

¡Que tanto a Lázaro sobre

y tanto me falte a mí!

jordán ¿Lázaro se llama?

nabal Sí.

jordán ¡Lindo nombre para pobre!

205 Don Lázaro suena mal.

¿Y es muy rico?

nabal Cosa es clara,

si es necio.

jordán Yo le llamara

el Caballero Hospital.

El será muy virtuoso

210 pues tanto llega a tener.

nabal ¿Quién dice que es menester

virtud para ser dichoso?

Antes sigue la desdicha

a la virtud, que si fuera

215 tal que méritos pidiera

que pocos tuvieran dicha.

Sale Abigaíl con manto y una criada

abigaíl ¿Hermosas damas?

ana Entre ellas,

en el templo, has parecido

la hermosa.

abigaíl Dirás que he sido

220 un sol en tantas estrellas.

A lisonjas te acomodas.

Eso no me lisonjea.

No quiero tener de fea

que me lo parezcan todas.

225 Quien tiene mayor beldad

hable con menos mentira,

y quien sin envidia mira

juzga con mayor piedad.

Tuya la censura sea,

230 porque en juzgar de lo hermoso

es siempre el más riguroso

el tribunal de una fea.

Nada miro con desdén,

no hay en mí soberbia alguna;

235 como no envidio a ninguna

todas me parecen bien.

lázaro Si es tan bella una criatura

y merece tanto amor,

¿cuál será de su Criador

240 la celestial hermosura?

Bien parece imagen suya

su divina cara hermosa.

¡Oh, mil veces tú dichosa,

si es tan bella el alma tuya!

245 Mas beldad tan peregrina

santa será, es cosa llana,

si es la caja más que humana

la joya será divina.

nabal ¿No es hermosa Abigaíl?

250 ¿Qué dices, por vida mía?

jordán Digo que con ser judía

me ha parecido gentil.

¿Qué te suspendes?

nabal Repara

en tan bella gentileza,

255 que el Cielo armó de belleza

los peligros de su cara.

¡Qué tiernos, qué dulces brazos,

para amistades posibles!

¡Qué blandas y qué apacibles

260 las prisiones de sus lazos!

¡Qué presto, ardiente y robusto

robara, a tener ventura,

el campo de su hermosura

con ejércitos de gusto!

265 jordán Pías consideraciones

has hecho.

nabal Todos me crean,

que sólo mientras desean

son fuego los corazones.

Acompáñala Lázaro

Mira cómo la acompaña

270 y ella admite su locura,

que de la hacienda y ventura

aun la sombra sólo engaña.

abigaíl No habéis de pasar de aquí.

Por mi vida, no paséis,

275 que para que vos me honréis

no hallo méritos en mí.

lázaro No dejaros determino,

que voy respetando en vos

de las fábricas de Dios

280 un edificio divino.

nabal Siempre seguirla procura.

abigaíl Como noble sois cortés.

nabal ¡Mal haya tanto interés!

lázaro ¡Bien haya tanta hermosura!

Vanse Abigaíl, Lázaro, Ana y Baltasar

285 nabal ¡Cuánto la riqueza engaña!

¡Oh, qué de afrentas que paso,

que de mí no hicieron caso

soberbia y locura extraña!

¡Qué cosa más desvalida,

290 y lo que pobre se vive

no sé yo quién lo recibe

para en cuenta de la vida!

¡Ah, mujeres codiciosas!

¡Ah, ricos locos y altivos!

295 ¡Los más viles, más esquivos,

más necias, las más hermosas!

¿Sálvase el pobre?

jordán ¡Estás loco!

Antes los más ricos vienen

a peligrar, porque tienen

300 en qué merecer más poco.

Para todos igualmente

seguro el salvarse está:

el rico por lo que da

y el pobre por lo que siente.

305 A todos el Cielo aguarda,

no hay sobornar su favor,

que para el grande y menor

hay sus Ángeles de Guarda.

nabal ¡Mientes! ¡Miente tu simpleza!

310 ¿Ángel el pobre? Me fundo

en que no se vio en el mundo

más ángel que la riqueza.

jordán De tus locuras me espanto.

nabal Jordán, si rico me viera,

315 mejor que Lázaro fuera,

que tiene fama de santo.

jordán Será mayor tu crueldad,

pues quien con tanta inclemencia

pobre no tiene paciencia,

320 rico no tendrá piedad.

nabal Salvarme pobre y con penas,

difícil es.

jordán ¡Grave exceso

de impiedad! Mas dar en eso

encierras dos cosas buenas.

325 Escúchalas brevemente,

porque si das en discreto,

en dichoso, en ser perfeto,

en lindo, en sabio, en valiente,

podrás quererlo y no sello;

330 mas si dieres en decir

que a los infiernos te has de ir,

luego te saldrás con ello.

Y en dolor tan importuno

otra cosa mejor tienes,

335 que para que te condenes

no has menester a ninguno.

nabal Si no soy rico, no siento

modo de salvarme.

jordán Tente,

que si eres pobre impaciente,

340 serás un rico avariento.

Sale Custodio de peregrino pobre

custodio

A este bárbaro crüel

confundir quiero y que vea

que aún hay quien más pobre sea,

pues remedio espera en él.

345 Mi paciencia en su rigor

ha de enseñarle a sufrir,

pues no ha llegado a pedir,

que es la desdicha mayor.

A este pobre peregrino

350 dad limosna, por amor.

nabal ¡Ay, rabia! ¡Ay, pena mayor!