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Vida y muerte de San Lázaro es una comedia de corte religioso del dramaturgo Antonio Mira de Amescua. En ella se relata en tono desenfadado y siempre en verso un episodio de la vida del santo según la recoge la tradición católica, siempre desde un enfoque piadoso arraigado en la moral católica de la época.
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Seitenzahl: 96
Veröffentlichungsjahr: 2021
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Antonio Mira de Amescua
Edición de Antonia María Mora Luna y Aurelio Valladares Reguero
Saga
Vida y muerte de san Lázaro
Copyright © 2011, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726660463
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
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Personas que hablan en ella
Salen Nabal y Jordán, lacayo
nabal Deja que blasfemias diga.
jordán No has de decir tal blasfemia.
nabal Si Dios con trabajos premia,
¿qué dará cuando castiga?
5 jordán Consolémonos los dos,
que hambres pasamos iguales,
y en los bienes y en los males
gracias le demos a Dios.
nabal ¿Que dé gracias me aconsejas
10 a Dios de ser pobre? ¡Bueno!
¡De rabia y de afrenta lleno,
le daré voces y quejas!
El rico soberbio y vano
se las dé, que yo, afligido,
15 solamente he recibido
pesadumbres de su mano.
Gracias dé el favorecido,
que yo, que no soy dichoso,
si le doy gracias quejoso,
20 ¿qué le daré agradecido?
En vano intentas, Jordán,
importuno, aconsejarme;
que para desesperarme
tus consejos servirán.
25 Tales efectos se ven
de ardor, que en mi pecho lidia:
muero rabiando de envidia
si miro el ajeno bien;
que, en pesar tan riguroso,
30 para aumentar mi desvelo,
conmigo es avaro el Cielo
y con los demás piadoso,
pues su mano –¡pena rara!–,
para hacer mayor mi mal,
35 es con todos liberal
y sólo conmigo avara.
Todo me falta –¡ay de mi!–,
ninguna hacienda poseo,
pobre y mísero me veo.
40 jordán Eso es peor para mí.
Que me admire, señor, deja,
de oírte ese sentimiento.
¿En vez de agradecimiento
del Cielo previenes queja?
45 Tan pobre como tú estoy,
pues sin esperanza alguna
sigo tu misma fortuna
y al Cielo gracias le doy.
Repara alabanzas tantas
50 que a su Criador dan leales
sensitivos animales
y vegetativas plantas.
Todos en su estado viven
conformemente contentos,
55 porque en agradecimientos
retornan lo que reciben;
y así es justo que me asombre,
que en instinto natural
agradezca un animal
60 y llegue a ignorar un hombre.
nabal Ya persuadirme no es bien
cuando estoy desesperado;
yo solo soy desdichado,
todos dichosos se ven.
65 Nace una fuente y apenas
brota la líquida plata,
cuando arroyo se desata
entre doradas arenas,
y aunque en humildes caudales
70 antes corrió bullicioso,
río le forman undoso
los adquiridos cristales.
Y después que llega a estar
rico de inmensa corriente,
75 el que nació pobre fuente
muere caudaloso mar.
Nace en el verde botón
aprisionada la rosa,
y después con pompa hermosa
80 es del prado ostentación.
En suave fragancia crece,
y de las perlas que llora,
liberal la blanca Aurora
rico tesoro le ofrece.
85 Sale el sol con brilladores
rayos de la blanca espuma
para dar belleza suma
a las plantas y a las flores;
pues con el claro arrebol
90 que pródigo se acredita,
cuanto la noche marchita,
tanto reverdece el sol.
Y yo en pena rigurosa,
tal pobreza me fastidia
95 que llego a tener envidia
del sol, la fuente y la rosa.
jordán Ten, señor, más confianza,
aunque el hado te persigue,
porque todo lo consigue
100 la paciencia y la esperanza;
que aunque tu pena importuna
durar se ve deste modo,
el tiempo lo muda todo
y lo acaba la fortuna.
105 No hagas extremos tales,
y esos trabajos que tienes
recíbelos tú por bienes
y dejarán de ser males.
nabal Enigmas me estás diciendo.
110 Yo no entiendo esos amores,
que no quiero los favores
del Cielo, no los pretendo.
Soy hombre muy liberal:
a ningún mal quiero bien,
115 el bien admito por bien
y el mal recibo por mal.
Regalos de Dios se llaman
los males que desestiman,
las miserias que lastiman,
120 las desventuras que infaman.
Si Dios tiene tanta cuenta
con el pobre, ¿para qué,
aventurando su fe,
le da por vida una afrenta?
125 jordán El que es bueno, ¿no está lleno
de bien?
nabal Sí.
jordán Luego la queja
ya es injusta, pues le deja
Dios poder para ser bueno.
nabal Yo estoy de pobreza loco.
130 Sólo conozco y me fundo
en que soy en todo el mundo
quien debe al Cielo más poco.
jordán Tus discursos son ajenos
de hombre, si eres desdichado;
135 ¿yo que nací tu criado
seré quien le debe menos?
No has hecho tanto por mí.
Mira cuál somos los dos:
que tú no sufres a Dios
140 y yo te he sufrido a ti.
Dale, pese a Bercebú,
gracias de que no eres yo;
que ya mi amor se las dio
de que no soy como tú.
145 nabal Eres tú muy virtuoso.
jordán Yo que a ser pobre he llegado,
estoy de mí lastimado
mas no del Cielo quejoso.
nabal Yo no diera sentimientos
150 al Cielo en cosa ninguna,
si con mi baja fortuna
midiera mis pensamientos.
Ya que pobre nací yo,
sin gusto y amor naciera,
155 porque pobre me sufriera,
mas pobre y amante no.
¿Qué concierto, qué armonía
harán de apetitos llenos
bienes que son tan ajenos
160 y desdicha que es tan mía?
Si a la hermosa Abigaíl
quiero ver en mis enojos,
se oponen luego a mis ojos
nubes de pobreza vil.
165 Si en pasión tan ciega y loca
quiero pedir su belleza,
luego pone mi pobreza
lazos de miedo a mi boca.
Aquí del templo a la puerta,
170 triste aguardo su hermosura,
con una muerte segura
y una vida muy incierta.
Sentirá de verme enojos,
que en la mujer, ¡qué rigor!,
175 tiene crédito mayor
la ignorancia de los ojos.
Que interesable y terrible
piensa con villano modo,
que para los pobres todo
180 lo hizo Dios imposible.
jordán ¿Cómo sabes que ha de ser
mujer tan noble y amable,
y tan bella, interesable?
nabal ¡Ay, Jordán, como es mujer!
Sale Lázaro muy galán y Baltasar, su criado
185 lázaro ¡Qué honesta, qué virtuosa
es Abigaíl! Que fuera,
si honestidad no tuviera,
vana culpa el ser hermosa.
Su belleza y su cordura
190 me agrada con igualdad,
que a faltar la honestidad
me ofendiera su hermosura.
baltasar
Tiene fama generosa
en todo Jerusalén.
195 lázaro Es el vivir bien y obrar bien
más beldad que el ser hermosa.
nabal Ya ha venido este enfadoso.
Éste puede a Dios muy bien
dar gracias. Miren en quién
200 pone el Cielo el ser dichoso.
¡Que tanto a Lázaro sobre
y tanto me falte a mí!
jordán ¿Lázaro se llama?
nabal Sí.
jordán ¡Lindo nombre para pobre!
205 Don Lázaro suena mal.
¿Y es muy rico?
nabal Cosa es clara,
si es necio.
jordán Yo le llamara
el Caballero Hospital.
El será muy virtuoso
210 pues tanto llega a tener.
nabal ¿Quién dice que es menester
virtud para ser dichoso?
Antes sigue la desdicha
a la virtud, que si fuera
215 tal que méritos pidiera
que pocos tuvieran dicha.
Sale Abigaíl con manto y una criada
abigaíl ¿Hermosas damas?
ana Entre ellas,
en el templo, has parecido
la hermosa.
abigaíl Dirás que he sido
220 un sol en tantas estrellas.
A lisonjas te acomodas.
Eso no me lisonjea.
No quiero tener de fea
que me lo parezcan todas.
225 Quien tiene mayor beldad
hable con menos mentira,
y quien sin envidia mira
juzga con mayor piedad.
Tuya la censura sea,
230 porque en juzgar de lo hermoso
es siempre el más riguroso
el tribunal de una fea.
Nada miro con desdén,
no hay en mí soberbia alguna;
235 como no envidio a ninguna
todas me parecen bien.
lázaro Si es tan bella una criatura
y merece tanto amor,
¿cuál será de su Criador
240 la celestial hermosura?
Bien parece imagen suya
su divina cara hermosa.
¡Oh, mil veces tú dichosa,
si es tan bella el alma tuya!
245 Mas beldad tan peregrina
santa será, es cosa llana,
si es la caja más que humana
la joya será divina.
nabal ¿No es hermosa Abigaíl?
250 ¿Qué dices, por vida mía?
jordán Digo que con ser judía
me ha parecido gentil.
¿Qué te suspendes?
nabal Repara
en tan bella gentileza,
255 que el Cielo armó de belleza
los peligros de su cara.
¡Qué tiernos, qué dulces brazos,
para amistades posibles!
¡Qué blandas y qué apacibles
260 las prisiones de sus lazos!
¡Qué presto, ardiente y robusto
robara, a tener ventura,
el campo de su hermosura
con ejércitos de gusto!
265 jordán Pías consideraciones
has hecho.
nabal Todos me crean,
que sólo mientras desean
son fuego los corazones.
Acompáñala Lázaro
Mira cómo la acompaña
270 y ella admite su locura,
que de la hacienda y ventura
aun la sombra sólo engaña.
abigaíl No habéis de pasar de aquí.
Por mi vida, no paséis,
275 que para que vos me honréis
no hallo méritos en mí.
lázaro No dejaros determino,
que voy respetando en vos
de las fábricas de Dios
280 un edificio divino.
nabal Siempre seguirla procura.
abigaíl Como noble sois cortés.
nabal ¡Mal haya tanto interés!
lázaro ¡Bien haya tanta hermosura!
Vanse Abigaíl, Lázaro, Ana y Baltasar
285 nabal ¡Cuánto la riqueza engaña!
¡Oh, qué de afrentas que paso,
que de mí no hicieron caso
soberbia y locura extraña!
¡Qué cosa más desvalida,
290 y lo que pobre se vive
no sé yo quién lo recibe
para en cuenta de la vida!
¡Ah, mujeres codiciosas!
¡Ah, ricos locos y altivos!
295 ¡Los más viles, más esquivos,
más necias, las más hermosas!
¿Sálvase el pobre?
jordán ¡Estás loco!
Antes los más ricos vienen
a peligrar, porque tienen
300 en qué merecer más poco.
Para todos igualmente
seguro el salvarse está:
el rico por lo que da
y el pobre por lo que siente.
305 A todos el Cielo aguarda,
no hay sobornar su favor,
que para el grande y menor
hay sus Ángeles de Guarda.
nabal ¡Mientes! ¡Miente tu simpleza!
310 ¿Ángel el pobre? Me fundo
en que no se vio en el mundo
más ángel que la riqueza.
jordán De tus locuras me espanto.
nabal Jordán, si rico me viera,
315 mejor que Lázaro fuera,
que tiene fama de santo.
jordán Será mayor tu crueldad,
pues quien con tanta inclemencia
pobre no tiene paciencia,
320 rico no tendrá piedad.
nabal Salvarme pobre y con penas,
difícil es.
jordán ¡Grave exceso
de impiedad! Mas dar en eso
encierras dos cosas buenas.
325 Escúchalas brevemente,
porque si das en discreto,
en dichoso, en ser perfeto,
en lindo, en sabio, en valiente,
podrás quererlo y no sello;
330 mas si dieres en decir
que a los infiernos te has de ir,
luego te saldrás con ello.
Y en dolor tan importuno
otra cosa mejor tienes,
335 que para que te condenes
no has menester a ninguno.
nabal Si no soy rico, no siento
modo de salvarme.
jordán Tente,
que si eres pobre impaciente,
340 serás un rico avariento.
Sale Custodio de peregrino pobre
custodio
A este bárbaro crüel
confundir quiero y que vea
que aún hay quien más pobre sea,
pues remedio espera en él.
345 Mi paciencia en su rigor
ha de enseñarle a sufrir,
pues no ha llegado a pedir,
que es la desdicha mayor.
A este pobre peregrino
350 dad limosna, por amor.
nabal ¡Ay, rabia! ¡Ay, pena mayor!