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La Sociedad Cubana de Productores Avícolas de la Asociación Cubana de Producción Animal, pone en manos de los productores este manual. Con leguaje sencillo y directo, brinda un acercamiento a las buenas prácticas que se deben considerar en el ámbito de las producciones que se hacen, tanto desde la avicultura intensiva, como aquella que realizan productores individuales o agrupados en diferentes formas asociativas, que deberán aprender a visionar la importancia y respeto por las normas, que en cierta medida, ya se aplican.
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Seitenzahl: 139
Veröffentlichungsjahr: 2024
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© Autores. Dr. Alberto Ramírez Moreno, MSc.
Dra. Darling Ruíz Santacruz
Consejo Directivo Nacional de la Sociedad Cubana
de Productores Avícolas
© Sobre la presente edición Editorial Asociación Cubana de Producción Animal, 2024
Diseño y diagramación:Israel de Jesús Zaldívar Pedroso
Revisión técnica y de estilo:Jorge Luis Álvarez Calvo, DrC.
Conversión a ebook:
Grupo Creativo Ruth Casa Editorial
ISBN: 9789593071321
Editorial Asociación Cubana de Producción Animal, 2024 Calle 10 # 351 e/ 15 y 17, Vedado, Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba
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La avicultura familiar o de subsistencia, predecesora de la empresa industrial, ha existido en todos los tiempos y poblaciones. El consumo de carne de pollo y huevos en nuestra región está muy enraizado, incluso en ocasiones, ligado a acontecimientos sociales como el nacimiento de los hijos o la celebración de la boda. Se dice en el área rural, en base al conocimiento empírico de la importancia de la avicultura, que las gallinas y los cerdos son siempre la alcancía de los pobres.
La industria avícola se considera la de mayor crecimiento y éxito dentro del sector pecuario, fundamentado entre otras, en las siguientes razones:
• Culmina una cadena productiva agropecuaria de valor socioconómico enorme para cada uno de los países que la desarrolla: absorbe gran parte de la producción agropecuaria, genera transformaciones y valor agregado a estos productos y potencia el comercio dinámico de estos bienes, en beneficio de los consumidores
• Es fuente permanente de desarrollo rural por su naturaleza, y por tanto, atenuante de la pobreza, en un contexto donde el sector primario agropecuario día a día está expuesto a un comercio internacional, cuyo deterioro de precios limita su desarrollo sostenible
• La actividad avícola plantea soluciones a corto plazo para mejorar la calidad nutricional y la salud del planeta, en mínimo tiempo, a costos accesibles y rotación del capital. Dentro de sus productos finales, encontramos alimentos funcionales como el huevo; no solo contribuye a la nutrición adecuada del individuo, sino también, mejora o previene algunos aspectos de salud o desempeño, contribuyendo así a la seguridad alimentaria
• Genera empleos remunerados y estables, enlazándose con las labores de otros sectores productivos y comerciales dando un efecto multiplicador.
Dentro de los principios básicos de la avicultura están disminuir los riesgos que generen pérdidas durante todo el período de producción y asegurar alimentos sanos e inocuos para los consumidores, todo bajo la utilización de las Buenas Prácticas Avícolas.
Conjunto de estrategias para el manejo correcto de las instalaciones avícolas, control de la sanidad, bienestar animal y la seguridad ambiental. Involucra también la seguridad, higiene y salud de los trabajadores o productores que se vinculan de manera directa con las crianzas.
El desarrollo, eficiencia de las instalaciones, de las producciones y la salud de los consumidores, dependen de la correcta aplicación de las buenas prácticas. Un control mejor durante el proceso productivo determina menores costos de producción y contribuye a reducir los gastos por concepto de insumos, la mortalidad y elevar la eficiencia productiva.
Para aplicar las buenas prácticas avícolas hay que considerar entre otros aspectos, el espacio físico de las instalaciones o planteles avícolas, el control del personal vinculado directamente a las crianzas y los externos, la ubicación de las granjas o patios de crianzas, asistencia técnica y la entrega de animales vivos para faenados. Se sugieren también considerar las Normas Técnicas establecidas para la avicultura en todos sus propósitos y los dictámenes emitidos por el Instituto de Medicina Veterinaria, como entidad rectora de la salud animal en nuestro país.
La Sociedad Cubana de Productores Avícolas de la Asociación Cubana de Producción Animal, pone en manos de los productores este manual. Con leguaje sencillo y directo, brinda un acercamiento a las buenas prácticas que se deben considerar en el ámbito de las producciones que se hacen, tanto desde la avicultura intensiva, como aquella que realizan productores individuales o agrupados en diferentes formas asociativas, que deberán aprender a visionar la importancia y respeto por las normas, que en cierta medida, ya se aplican en la primera.
No todo está dicho en materia de buenas prácticas. La avicultura es muy dinámica y los cambios que se originan son muy variables, no obstante, la mejor manera de asimilarlos es adecuarlos a nuestras realidades, implantarlos y continuar preservando la sanidad animal y humana, día a día.
Esperamos que se cumplan las expectativas en todos a los que va dirigido este material, los que con gran esfuerzo y sacrificio, trabajan para llevar carne y huevos a la mesa de todos los cubanos, con estándares de calidad.
Atentamente.
Consejo Directivo Nacional
Sociedad Cubana de Productores Avícolas (SOCPA)
Bioseguridades una palabra compuesta por el prefijo BIO que significa vida, y la palabraSeguridad, que se traduce como protección. Considera todas aquellas medidas sanitarias y preventivas que, aplicadas en forma permanente, previenen y evitan la entrada y salida de agentes causantes de enfermedades en una granja o patio destinado a la producción avícola.
El empleo de estas medidas contribuyen a una producción limpia, a través de un aprovechamiento de los recursos existentes en el patio, manejo adecuado de las aves, menor consumo de fármacos, eliminación correcta de residuos y disminución de la contaminación ambiental. La bioseguridad busca establecer barreras protectoras, que integradas adecuadamente, mantienen sanas a las aves. Sus resultados se pueden medir o cuantificar a través de la disminución de mortalidad de las aves y de los costos de producción, que se traducen en un ahorro de dinero importante en la economía del avicultor.
Su objetivo es disminuir los riesgos de enfermedades en la granja, mediante la higiene, orden, disciplina tecnológica, manejo ambiental, el control de plagas y otras acciones preventivas como la vacunación.
Las enfermedades que atacan a las aves, perjudican al productor y pueden poner en riesgo la salud de las personas. La granja avícola está expuesta permanentemente al ataque de enfermedades, que dependiendo de su gravedad, pueden disminuir la producción de carne y huevos, aumentar la mortalidad hasta niveles de pérdidas económicas totales, como ha sucedido en otros países.
Cuando las aves están expuestas a excesos de calor, frío y humedad, altas concentraciones de amoníaco, excesos de ruidos, falta de agua y alimentos, entre otros, disminuye su resistencia y se hacen susceptibles a contraer enfermedades producidas por bacterias, virus y hongos.
La bioseguridad es una herramienta de gran utilidad que contribuye a la protección del sector avícola nacional de enfermedades endémicas y exóticas.
Las enfermedades de las aves se transmiten de una granja o patio a otra, en 90% de los casos, a través de personas, equipos y vehículos contaminados.
Figura1. Elementos que ponen en peligro el estado sanitario de la granja avícola o patio de los productores. El principal agente transmisor es el HOMBRE.
• Vendedor de productos veterinarios, insumos, alimentos, equipos, entre otros, que transita mucho entre granjas, trata con diferentes avicultores y muchas de las veces no tiene precaución en la limpieza de su ropa, zapatos y vehículo en el que se traslada
• El comprador de aves en pie
• El comprador de gallinaza
• La navera u obrero que no cumple con las medidas sanitarias puesta en práctica para el área de crianza
• El productor que está en contacto con otros avicultores
• La reutilización de cama, envases de medicamentos y otros equipos sin la debida limpieza y desinfección
• El NO controlar el destino de la mortalidad, suministrándose como alimento a perros, gatos y cerdos o permitiendo que salga del patio o granja mediante venta directa
• Granjas muy cercanas, especialmente cuando son de diferentes propósitos
• Las aves silvestres de la región o procedentes de otras partes (aves migratorias)
•El mal destino de desechos, como la gallinaza, cama, plumas, jeringuillas usadas, entre otros, que no se eliminan correctamente
• El hecho de compartir fuentes de agua abiertas (ríos, arroyos, estanques) con otras granjas o patios, constituye un enorme riesgo de contaminación
• La presencia de perros, gatos, cerdos, conejos, vacas, caballos y otras especies de aves dentro de las granjas
Transmisión de la enfermedad de una nave a otra
• Por el HOMBRE quién es agente de transmisión prioritario
• Por no cumplir la distancia entre las naves
• Por los equipos que se mueven entre naves
• Mantener en una nave aves de diferentes edades
• Por insectos, piojos, roedores, pájaros y otros depredadores.
Áreas en una crianza avícola en el contexto de la bioseguridad
Es importante dividir la granja o patio avícola en dos partes: limpia y zona sucia (Figura 2).
Figura 2. Tipos de áreas.
Zona limpia. Área destinada a la producción de aves.
Objetivo: evitar el ingreso y propagación de enfermedades.
Características o propiedades: disponer de equipos y accesorios de uso exclusivo para el área. Se prohíbe la libre circulación del personal: solo transita personal autorizado.
Zona sucia. Área general donde se ubican las oficinas en el caso de las granjas y las viviendas para las crianzas de traspatios. La circulación de personas es menos restringida. En ella se ubican los vehículos que trasladan los alimentos o que retiran los desechos de la crianza.
Puerta de acceso.Única. Evita el libre ingreso de personas y vehículos a la granja y la mantiene delimitada. Permanece cerrada, con candado, y solo se abre para el ingreso del personal autorizado y cumpla con las medidas siguientes del reglamento de bioseguridad:
Requisitos previos al ingreso en la zona limpia:
• En el filtro sanitario
• Desvestirse completamente y no ingresar ninguna pertenencia personal: gafas, celulares, relojes, anillos, computadoras y otros
• Baño con agua y jabón, siempre que sea posible
• Usar ropa de la granja: interiores, overol, botas y gorras
• En caso de pertenencias personales de uso obligatorio, se someterán a desinfección adicional
• Se prohíbe el ingreso de personas, animales, vehículos, accesorios, equipos u otro material que no pertenezca a la granja.
En granjas o patios, se deben tener durante el período de crianza, de ser posible, aves de una sola edad (lote único). Al terminar la crianza, se retiran las aves del área de cría, para permitir el ingreso de un nuevo lote, previa limpieza, desinfección y vacío sanitario (tiempo en el cual la granja debe quedar limpia, libre y ventilada).
La limpieza de la granja o patio debe ser total.
Barrer y limpiar los pisos, paredes, techos, mallas y puertas. Remover todo el polvo, telarañas, desechos y restos de abono, entre otros.
Lavar las instalaciones con abundante agua a presión, utilizando escobas o cepillos, poner atención especialmente en las esquinas del piso, paredes, parte superior de las vigas, tuberías de agua, áreas de electricidad, cortinas y puertas. Mojar bien toda el área, lo cual permitirá el retiro de restos de materia orgánica, plumas y polvo. Si hay ventiladores poner atención especial en el lavado de las cajas y ductos.
Aplicar detergentes que permitan remover la suciedad y que actúen en presencia de materia orgánica, de preferencia que generen espuma.
Realizar cuidadosamente un segundo lavado, con agua a presión, para retirar el detergente y restos de suciedad, considerar en este momento el lavado final de las cortinas, las cuales deben estar extendidas en las ventanas.
Al terminar el lavado, compruebe la ausencia de polvo, basura o restos de abono: un lavado efectivo exige tiempo, cuidado y dedicación.
Desinfectar. Se efectúa cuando la nave está completamente limpia por dentro y fuera, se hayan realizados las reparaciones necesarias, y efectuado el control de insectos y roedores.
Seleccione el desinfectante adecuado y siga las instrucciones de uso del fabricante. La elección del desinfectante también depende de la historia sanitaria de la granja. Se puede aplicar en forma de spray, aerosol, nebulización mediante el uso de bombas de fumigación manuales, a motor o termonebulizador.
La primera desinfección se realiza con la nave cerrada completamente dejando actuar el desinfectante por 24 horas. Después se ventila por igual tiempo. Una segunda desinfección se debe hacer de 24 a 48 horas antes de la recepción del nuevo lote de aves y cuando ya estén colocados en el interior del área todos los equipos que se utilizarán durante la crianza. Entre los desinfectantes más utilizados tenemos el formol, amonio cuaternario, creolina, formaldehído, sulfato de cobre, cloro, cal viva y ácidos orgánicos.
Es indispensable que el personal que ejecute las labores de desinfección, use medios de protección: overol, botas, gorra, guantes, gafas y otros.