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Fingir y amar es una comedia teatral del autor Agustín Moreto. En la línea de las comedias palatinas del Siglo de Oro español, la historia se desarrolla en torno a un malentendido amoroso tras el que se suceden numerosas situaciones de enredo.
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Seitenzahl: 87
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Agustín Moreto
Saga
Fingir y amarOriginal titleFingir y amarCover image: Shutterstock Copyright © 1772, 2020 Agustín Moreto and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726597547
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 2.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Flérida, dama Cantueso, villano
Arsenio, viejo Lisardo
Celaura, dama Criado
Lucinda, criada Fisberto
Sigismundo, galán Músicos
[Músico I]
Salen Sigismundo con arcabuz, vestido de
campo, y Cantueso con say
Cantueso Tú has tenido bravo tino.
Sigismundo Mi amor el tiro acertó.
Cantueso El jabalí se quedó tendido como un cochino.
Sigismundo Aunque fue diestro primor 5
que le acertase en la frente
corriendo tan velozmente,
más ha estimado mi amor
el estar Flérida allí.
Cantueso Yo lo estimé mucho más, 10
porque si tú no le das
ya él venía a darme a mí.
Sigismundo Perdió el jabalí la vida
al impulso de mi mano,
y tiro más soberano 15
hizo en mí mayor herida:
matome Flérida bella
con un rayo de sus ojos.
Cantueso Y a mí me dio unos antojos
otra que viene con ella. 20
Sigismundo ¿Viste más rara hermosura?
¿Puede haber cosa mayor
en el mundo?
Cantueso Sí, señor.
Sigismundo ¿Cuál será?
Cantueso Nuestra locura,
que es mayor que ella, a mi ver. 25
Sigismundo ¿Nuestra locura es mayor?
Cantueso Sí, pues tenemos amor
no teniendo que comer.
Sigismundo Antes amor es acción
que nace de entendimiento. 30
Cantueso Mirado el fin del intento,
pienso que tienes razón,
porque tú eres en Belgrado
no más que un pobre zagal,
que Arsenio, hombre principal, 35
de limosna te ha crïado,
y yo so un pobre pastor,
que aun no sé cavar ni arar,
y ansí me dejan andar
siguiéndote a ti el humor, 40
y Flérida, aquesta dama
que el corazón te atraviesa,
de Albania será princesa,
según lo dice la fama.
Con que, si nuestros desmayos 45
llega a saber y notar,
nos ha de mandar rapar,
y que nos pongan dos sayos
y a palacio en dos pollinos
nos llevarán, con que creo 50
que harán junta de bureo
con nosotros los meninos,
y, lográndose este intento,
se ve con cuanta razón
nuestro amor es una acción 55
que nace de entendimiento.
Sigismundo Aunque la distancia es tanta,
quien tiene gran corazón
al más difícil blasón
su espíritu le levanta, 60
y el mío, aun a mi modestia,
esta vanidad le da.
Cantueso Pus también yo, si a eso va,
tengo un corazón de bestia.
Sigismundo Pues creo que su beldad 65
dará acaso estimación,
al ver tanto corazón
en nuestra pobre humildad.
Cantueso Mira, señor, para amallas,
si las dos fueran halcones, 70
con dos grandes corazones
pudiéramos obligallas;
mas si a imaginar te pones
cuán gordas las dos están,
más pienso yo que querrán 75
pechugas que corazones.
Sigismundo Calla, que aquí van llegando.
Cantueso Dilas nuestro pensamiento.
Sigismundo Eso fuera atrevimiento.
Cantueso Pues ¿qué harás?
Sigismundo Amar callando, 80
que el callar fino y atento
más mérito me ha de dar.
Cantueso Pues si es mérito el callar
mucho merece un jumento.
Salen Flérida y Celaura con venablos, yLucinda y Arsenio, viejo.
Arsenio El que tiró al jabalí 85
es vuestro primo, señora.
Flérida Mi corazón no lo ignora
desde el punto que le vi,
Celaura, y a su presencia
ganó entrada mi esperanza. 90
Celaura Pues si ella, prima, la alcanza
lo demás es evidencia,
porque su sangre no puede
negar en él su primor.
([Ap] Lucinda, mi pundonor 95
pende de que agora quede
a Sigismundo inclinada
Flérida, pues será cierto
que será mío Fisberto
en estando ella casada.) 100
Lucinda ([Ap] Pues eso dalo por hecho,
porque, según pienso yo,
el Sigismundo acertó
al jabalí y a su pecho.)
Arsenio ¿Ah, Sigismundo?
Sigismundo ¿Señor? 105
Arsenio ¿Cómo no llegas? ¿No ves
que ésta la Princesa es?
Sigismundo Pues ¿yo merezco ese honor?
Arsenio Besar su mano procura.
Cantueso ([Ap] Eso hará él de buena gana.) 110
Sigismundo De gloria tan soberana
aún no es digna mi ventura.
Flérida Llegad, que tiráis muy bien,
y, pues sois tan acertado
como en el monte crïado, 115
quiero que una plaza os den
de montero, y desde agora
la serviréis.
Sigismundo Pues con eso
tres veces la mano os beso:
por mí, Princesa y señora, 120
y porque de mí queráis
serviros, que es gran favor,
y también por el honor
del título que me dais;
pues yo debo a este compás 125
medir mis estimaciones.
Cantueso ([Ap] Vele echando más razones
para besársela más.)
Flérida ([Ap] ¡Qué dichoso es mi albedrío
si él merece mi afición, 130
pues logro mi inclinación
y el precepto de mi tío!)
Mucho ejercitáis la caza
sin duda.
Sigismundo Es mi inclinación,
señora, esa ocupación. 135
Flérida El tiro no la disfraza.
Sigismundo Delante de vos, señora
no es mucho acierto el matar;
pues, no es mío el acertar
ni puedo yo darle agora 140
a mi acierto esos despojos.
Flérida Pues ¿agora por qué no?
Sigismundo Porque pude tomar yo
la lición de vuestros ojos.
Flérida Cortesano y cazador, 145
yo más os debo estimar.
Cantueso ([Ap] Los que saben adular
son los que cazan mejor.)
Flérida ([Ap] Celaura, en mi inclinación
ya también entrada tiene.) 150
Celaura ([Ap] Buenas albricias previene
mi amor a mi corazón.)
Flérida Muy propio vuestro ejercicio
es de vuestra discreción,
que tan buena inclinación 155
de tal razón es indicio.
Sigismundo Yo solo por afición
la caza, señora, sigo.
Flérida Es muy lustroso testigo
de nobleza y discreción. 160
Cantueso Sigismundo es muy discreto:
las perdices mata y todo
con su ingenio.
Flérida ¿De qué modo?
Cantueso Diciéndolas un soneto.
Flérida ¿Hace versos?
Cantueso Y es poeta, 165
pero los logra muy bien
en quien los emplea.
Flérida ¿En quién?
Cantueso En tacos de la escopeta.
Flérida Bien los logra.
Cantueso Esta razón
hace sus tiros seguros. 170
Flérida ¿Por qué?
Cantueso Porque son tan duros
que sirven de munición.
Flérida Y vos ¿quién sois?
Cantueso Yo profeso
un oficio vagamundo
porque sigo a Sigismundo. 175
Flérida ¿Y cómo os llamáis?
Cantueso Cantueso.
Flérida Muy extraño nombre os dan.
Cantueso Llámanme, señora, ansí,
porque dicen que nací
por las yerbas de San Juan, 180
y Sigismundo me trata
como compañero fiel.
Flérida ¿Cazáis también?
Cantueso Mejor que él,
porque como lo que mata;
mas hoy andamos de manga 185
tras mayor caza por vos.
Flérida ¿Qué caza?
Cantueso Andamos los dos
tras de cazar una ganga,
mas amor nos embaraza
cuando la vemos delante. 190
Flérida ¿Amor tenéis?
Cantueso Lo bastante
para andar tras esta caza.
Flérida ¿Y a quién queréis?
Cantueso Eso el nombre
me ha mandado que le calle.
Flérida Decir podéis sin nombralle 195
el sujeto.
Cantueso Acá es un hombre.
Sigismundo Este es un necio, señora.
Cantueso Y los dos somos un par.
Flérida No importa, dejalde hablar,
que gusto de oírle agora. 200
Sigismundo ([Ap] ¡Calla, simple!
Cantueso Ya me asusta.
¿No ve que gusta de mí?
Sigismundo No la hables de amor aquí.
Cantueso Pues, ¿qué he de hacer si ella gusta?)
Flérida Decid quién es el sujeto, 205
pues podéis sin señalalle.
Cantueso Si decille sin nombralle
no es quebrantar el secreto,
no viéndose los descartes,
yo quiero a una de las tres. 210
Lucinda ¿Y cuál de nosotras es?
Cantueso Usted, no nombrando partes.
Lucinda ¿Tú me quieres bien?
Cantueso No tal.
Lucinda Pues ¿no lo has dicho primero?
Cantueso Lo que he dicho es que la quiero, 215
mas no sé si bien o mal.
Flérida ¿Y Sigismundo?
Cantueso Él a alguna
de las otras quiere bien;
y si puedo decir quién,
menos el nombre, es a una. 220
Sigismundo Este dice lo que ignora.
Flérida Pues ¿es delito querer
que lo queréis esconder?
Sigismundo El querer yo no, señora,
si yo a mí me lo permito; 225
pero decir el amor
es aspirar al favor,
y eso en mí fuera delito.
Flérida El aspirar al favor,
si es de ser correspondido, 230
culpa es, mas de agradecido;
no es delito en el amor,
y publicar vuestra llama
no es culpa, sin otro intento
que ofrecerla un rendimiento 235
no es ofensa de la dama.
Sigismundo El que puede publicar
su llama sin otro intento
es quien pone su contento
solo en la gloria de amar; 240
esta no puede aumentalla
con publicar su centella,
pues si eso no ha de crecella
¿para qué ha de publicalla?
Diga su amor quien no sabe 245
el contento que es amar,
que yo no he de desear
un gusto que en mí no cabe.
Flérida Quien con tanto primor ama
sigue singular camino, 250
y tener galán tan fino
es lisonja de la dama;
y el que ansí llega a querella
lo debe dar a entender,
no por lograr un placer, 255
sino por dársele a ella.
Sigismundo Las damas deidades son,
y por deuda de su ser
ellas deben suponer
de todos su adoración; 260
pues, aunque ella de sabello
tenga gusto, al referillo,
¿qué añado yo con decillo,
si ella puede suponello?
Flérida Y si lo supone agora 265
quien no es de vos adorada
¿no quedará desairada
al sabello?
Sigismundo No, señora,
que a la deidad no la esmalta
la adoración que permite; 270
del que se la da la admite,
y el que no, no la hace falta,
que si esto llegase a ser,
decírsela era razón.
Flérida Pues con esa condición 275
ya no la quiero saber.
Cantueso Que os andáis cansando; aquí
quédese esto entre los dos,
que por esta cruz de Dios,
que os quiere a vos como a mí. 280
Flérida Celaura, gran dicha ha sido
que haya crïado un sujeto
tan galán y tan discreto
un monte.
Celaura Si él ha nacido
con el valor heredado 285
de su sangre es el primor.
Flérida Albricias doy a mi amor
por el logro que me ha dado.
Arsenio, oíd.
Arsenio Gran señora,
¿qué mandáis?
Flérida Pues ya es forzoso 290
ir a la corte mi esposo,
escúchame y parte ahora;
en yéndome yo de aquí,
haced lo que os he mandado.
Arsenio Todo será ejecutado 295
como lo ordenáis por mí.
Flérida Vamos, prima, que el acierto
Sigismundo le promete.
Celaura No dudo ya que sujete
el orgullo de Fisberto. 300
Flérida Sigismundo, yo me he holgado
de saber vuestro valor;