Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
En A 200 años de la Doctrina Monroe se han evidenciado las intervenciones políticas y militares estadounidenses en los asuntos internos de las naciones latinoamericanas, siempre con el presunto objetivo de restablecer el orden y la seguridad al estilo imperial que caracteriza a esa nación desde su propio surgimiento. Desde la Historia y la Política la Doctrina Monroe ha sido un «pretexto» y uno de los grandes pilares que sostienen la política exterior estadounidense. El Maine y las numerosas intervenciones militares en la región latinoamericana, los golpes de estado, y más recientemente la guerra no convencional contra nuestros países, le dan una connotación especial a sus preceptos. Esa doctrina consolidó el mito del poder norteamericano bajo sentimientos de defensa de la Democracia norteamericana.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 142
Veröffentlichungsjahr: 2024
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos,www.cedro.org) o entre la webwww.conlicencia.comEDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.
Edición: Melissa Martín Martín
Diseño de cubierta: Israel Moya
© Centro de Investigaciones de Política Internacional
y Ruth Casa Editorial, 2024
© Sobre la presente edición:
Centro de Investigaciones de Política Internacional
y Ruth Casa Editorial, 2024
Todos los derechos reservados
ISBN 9789962740537
Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio, sin la autorización de Ruth Casa Editorial. Todos los derechos de autor reservados en todos los idiomas. Derechos reservados conforme a la ley.
Ruth Casa Editorial
Calle 38 y Ave. Cuba,
Edif. Los Cristales, oficina no. 6
Apdo. 2235, zona 9A, Panamá
www.ruthtienda.com
www.ruthcasaeditorial.com
A 200 años de la Doctrina Monroe se han evidenciado las intervenciones políticas y militares estadounidenses en los asuntos internos de las naciones latinoamericanas, siempre con el presunto objetivo de restablecer el orden y la seguridad al estilo imperial que caracteriza a esa nación desde su propio surgimiento. Desde la Historia y la Política la Doctrina Monroe ha sido un «pretexto» y uno de los grandes pilares que sostienen la política exterior estadounidense. El Maine y las numerosas intervenciones militares en la región latinoamericana, los golpes de estado, y más recientemente la guerra no convencional contra nuestros países, le dan una connotación especial a sus preceptos. Esa doctrina consolidó el mito del poder norteamericano bajo sentimientos de defensa de la Democracia norteamericana.
Como parte de la Conferencia Saber UH 2023,1 el Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) presentó ocho ponencias dedicadas a analizar varios aspectos relacionados con el aniversario 200 de la promulgación de la llamada Doctrina Monroe, pieza ideológica clave en el diseño de los mecanismos de dominación imperialista ideados por Estados Unidos (EUA) con el objetivo de ejercer hegemonía e influencia permanente en las naciones latinoamericanas y caribeñas.
El contexto del panamericanismo que EUA pretende sostener en pleno siglo xxi, el análisis de la disputa estratégica con China en el área de la Comunidad del Caribe (CARICOM), las formas de guerra no convencional contra América Latina (ALC), la réplica de ciertos mecanismos para el caso de las relaciones Estados Unidos-África y el saqueo de los recursos naturales latinoamericanos, entre otros aspectos, son abordados con el objetivo de situar al lector en un contexto internacional en el que frente a los embates imperiales del Norte resulta imperativo hacer valer la fortaleza del pensamiento intelectual desde el Sur.
A doscientos años de la implantación de la Doctrina Monroe, los EUA pretenden dominar en la región latinoamericana y caribeña, basados en los preceptos imperiales que utilizaron desde aquel momento en que autocalificaron al continente latinoamericano como «patio trasero» de sus intereses nacionales y reserva permanente de recursos humanos, materiales y ecológicos.
No obstante, la situación internacional, sobre todo en los últimos dos decenios ha sido extremadamente cambiante, lo que motiva a realizar análisis diferenciados con una óptica actualizada, desde las ciencias políticas y, sobre todo en la esfera de las relaciones internacionales.
Con la crisis financiera de 2008 y los costos asociados de la llamadaGuerra contra el Terrorismo, de forma paulatina EUA comenzó a perder la hegemonía económica indiscutida que gozó desde finales de la Segunda Guerra Mundial. Ese cambio se fue haciendo más notable a partir del crecimiento acelerado y eficiente de otras economías, en particular el caso de la República Popular China, país contra el cual los gobiernos de Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden han aplicadodiferentes contramedidas, todas fallidas. Las alarmas se escucharon en Washington al registrar que en apenas 10 años Beijing pasaba de ser el socio comercial número diesicéis de la región al número dos.
Con Europa como principal destino de sus inversiones anuales y a pesar de ser el país de mayor acumulación de estas en ALC, los EUA han visto cómo en este ámbito China ha ido creciendo hasta alcanzar un ritmo anual similar.
En paralelo, la República Popular China ha desarrollado un grupo de programas bilaterales y multilaterales tanto de fomento de las inversiones y el comercio como de acciones de cooperación, que ha contrastadocon la incapacidad estadounidense de proponer enfoques colectivos e incluyentes en la región. En particular, la Iniciativa de la Franja y la Ruta2marcauna presencia china en ALCdespojada de imposiciones políticas y condicionamientos de todo tipo, que se diferencia de las proyecciones neoliberales de EUA en los últimos 30 años.
Ya desde 2006 el académico estadounidense Peter Hakim publicó un artículo3 en la revista Foreign Affairs advirtiendo que Washington estaba perdiendo influencia en el continente latinoamericano. En mayo del 2008 el Consejo de Relaciones Exteriores de los EUA difundió un informe respaldado por más de veinte académicos y políticos estadounidenses declarando que había llegado a su fin la era de la hegemonía estadounidense en la ALC.
Este fenómeno se hace más visible ante el avance chino, pero está indisolublemente ligado con un grupo de procesos que se dan al interior de la sociedad y la economía estadounidenses, que han dejado de marcar la pauta en cuanto a la productividad, la eficiencia y la inversión para la investigación y el desarrollo.
En sus inicios, el gobierno de Barack Obama adoptó una estrategia híbrida contra China. Por un lado, una política de compromiso, integración e inclusión, y por otro una estrategia implícita de contención, equilibrio o disuasión. En su momento, el equipo de Obama no consideró que la relación entre China y ALC fuera una gran amenaza para la seguridad nacional estadounidense y se concentró, por tanto, en intentar evitar que esa relación económica y comercial se convirtiera en una estrecha relación política.
William Burns, subsecretario de estado bajo Obama en 2011 afirmó que los EUA no debían preocuparse por los intereses asiáticos en nuestro hemisferio occidental;4 la relación existente es transparente y se siguen las reglas, remarcó Burns.
Sin embargo, el 18 de diciembre de 2017 el primer informe de Estrategia de Seguridad Nacional publicado por el gobierno de Donald Trump declaró que la competencia estratégica entre naciones —y no el terrorismo— era el tema principal de la Seguridad Nacional de los EUA.
En 2018, el entonces secretario de estado Rex Tillerson abiertamente acusó a China5de buscar ganancias en el corto plazo y, en el largo, una dependencia de la ALC.
El gobierno de Joe Biden refrendó el enfoque de los estrategas de Trump y situó a Beijing en el centro de la estrategia de Confrontación de Gran Potencia. El control de los EUA sobre los asuntos internos y externos de ALC se ha debilitado y es cada vez más difícil para ese país obtener la plena cooperación de los países latinoamericanos en su estrategia global, sea de manera colectiva o individual.
El continuo fracaso de la política de aislamiento contra Cuba, el descalabro del proyecto de creación de un supuesto gobierno venezolano artificial y paralelo, el desgaste de las arremetidas constantes contra las autoridades nicaragüenses, el aumento constante de las crisis migratorias, el irrefrenable comercio de estupefacientes, y la inoperancia de todos los mecanismos de concertación que se articulan con la Organización de Estados Americanos (OEA) son apenas algunos de los síntomas causados por los errores políticos estadounidenses.
Si se valora que apenas en 1994 EUA inició el mecanismo de las Cumbres de las Américas con el objetivo de expandir las prácticas del libre comercio por el continente y que, ya para el 2022 no es capaz de organizar en su propio territorio un cónclave de ese tipo con resultados definitorios y coherentes, podría afirmarse que los postulados de la Doctrina Monroe están presentes pero son mucho menos aplicables que antes.
No obstante, vale la pena recordar que desde la capital estadounidense aún se controlan resortes importantes de influencia sobre los liderazgos, sistemas judiciales, empresas transnacionales, formación de recursos humanos, plataformas y sistemas de comunicación que las fuerzas políticas emergentes en ALC deberán tomar muy en cuenta a la hora de luchar por su definitiva independencia.
Dr.C. José Ramón Cabañas Rodríguez
Director del Centro de Investigaciones
de Política Internacional (CIPI)
1Saber UH 2023: Convención Científica Internacional Universidad de La Habana 2023 convocada por esta institución como parte del programa conmemorativo por el aniversario 295 de su existencia (N. de la E.).
2Iniciativa de la Franja y la Ruta: estrategia de desarrollo de infraestructura y cooperación internacional lanzada por China en el año 2013 (N. de la E.). Fuente: http://pueaa.unam.mx/blog/franja-ruta-sueno-chino
3Peter Hakim (2006), Is Washington Losing Latin America?Foreign Affairs, disponible en https://www.foreignaffairs.com
4William Burns (2023), CIA chief made secret trip to China in bid to thaw relations,Financial Times, disponible enhttps://www.ft.com
5América Latina no necesita un nuevo poder imperial,BBC, disponible enhttps://www.bbc.com
Dr. C. José R. Cabañas Rodríguez
Director del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI)
Las bases de la presencia económica, política y militar de Estados Unidos (EUA) en América Latina y el Caribe (ALC), unidas al basamento ideológico de la misma han sido descritos con precisión por autores extranjeros y particularmente cubanos (Hernández, 2022).
Después de la desaparición de la URSS y el campo socialista sobrevino el llamado«fin de la historia»y la propuesta de unÁrea de Libre Comercio para Las Américas (ALCA),7que fue derrotada como proyecto colectivo en el ámbito político en el 2005. No obstante, EUA estuvo en capacidad de hacer avanzar su agenda al menos durante el primer decenio del nuevo siglo, a pesar de la permanencia y la emergencia de nuevas fuerzas políticas que esbozaron los principios de un nuevo multilateralismo regional.
En esos mismos años comenzaron a registrarse cambios en las estadísticas del comercio y las inversiones de la región latinoamericana y caribeña que indicaban claramente la relativa pérdida del liderazgo estadounidense, así como la llegada a este mercado de nuevos actores no americanos y no europeos.
Para enero del 2023, dos de los centros de pensamiento estadounidense más vinculados a la fundamentación teórica de la política federal del país indicaron por separado los tres procesos a los cuales EUA debía prestar atención en el ámbito latinoamericano y caribeño en el futuro inmediato.
El Centro Wilson (Wilson Center) estimó que la elección a un tercer mandato del presidente chino Xi Yinping posiblemente significaría la ejecución de una política económica externa más exitosa por parte de dicho país, en la cual se haría uso de su importante presencia en ALC para ejercer influencia política. Consideraron que la elección de líderes como Luis Ignacio Lula Da Silva en Brasil ayudaría a aumentar la influencia china en la región, debido al «entusiasmo»de este último respecto a los BRICS y al Nuevo Banco de Desarrollo (Wilson Center, 2023).
Por su parte, el Centro de Estudios Internacionales y de Seguridad (CSIS) aprecia los peligros de la presencia «extrahemisférica»no solo en las acciones de la República Popular China (RPCh), sino también en iniciativas protagonizadas por Rusia. China continuaría su ascenso como socio comercial de primer orden para varios países latinoamericanos y mantendría una preponderancia en cuanto a inversión extranjera en el área, por lo que se temeincluso que se convierta en un importante exportador de armas para la región (González, 2023).
El Wilson se refirió además a un año en que crecería el «autoritarismo» y decrecería la «influencia» estadounidense, tomó como base el fracaso de la llamada Cumbre de las Américas del 2022 y llegó a la conclusión de que después de años de enfrentamiento contra Venezuela, Nicaragua y Cuba, Washington habría perdido aliados en la región. Otros factores que estarían contribuyendo en esa dirección son la «fatiga» de ciertos líderes que deben dedicar tiempo a enfrentar temas sociales y, por tanto, invierten menos energía en defender la «agenda democrática». Adicionalmente relacionan la llamada «mala sangre» que existe entre la Secretaría de la OEA e importantes gobiernos de la región.
El tercer factor a tener en cuenta para este centro es el número creciente de «personas desplazadas»en todo el mundo, que asciendea un total de 100 millones de los cuales un monto importante corresponde a la región latinoamericana y caribeña, cuestión que es descrita sin reconocer la implicación directa de Washington en las situaciones particulares de países que han sufrido el enfrentamiento directo de EUA o de sus políticas económicas.
Por su parte, el CSIS llama la atención sobre lo que denomina «debilidad política» de los gobiernos del área, y estimaque en aquellos países donde se produjeron cambios dentro de la «marea rosada», los nuevos gobiernos electos tienen suficientes problemas internos como para poder lograr el avance de sus respectivas agendas de cambios; mientras que en el resto debe producirse más continuidad que cambio, con la esperanza incluso de que ocurra una reversión importante en países que han defendido una agenda claramente progresista en los últimos años.
A pesar de estas advertencias, ninguno de los dos centros considera que ALC sería un área de cambios trascendentes en el futuro inmediato. Más allá del conocimiento real de sus expertos sobre las dinámicas fundamentales de la región, estas conclusiones transpiran una cierta seguridad respecto a los instrumentos de dominación sobre los que descansa la presencia estadounidense en la actualidad.
Aunque son reiteradas las expresiones de líderes políticos de EUA tratando de negar el monroísmo, la más reciente de ellas protagonizada por el ex senador Christopher Dodd (Dodd, 2023) en su calidad de representante especial para ALC del presidente Joe Biden, lo cierto es que desde Washington se intentan poner en práctica iniciativas con el fin de conservar y restablecer la preeminencia de los intereses estadounidenses en la región.
A partir de la revisión de estadísticas relacionadas mayormente con el ámbito financiero y comercial, varios autores plantean la ocurrencia de una tendencia sin retroceso, según la cual China estaría desplazando a EUA de modo inexorable en su dominio económico regional; y llega a suponer, incluso, que este último no contaría ya con resortes para hacer imponer su voluntad en ciertos temas, o en capitales específicas.
En este sentido, valdría la pena revisar algunos aspectos que todavía aseguran el andamiaje teórico-práctico del pensamiento colonizador que sintetiza la Doctrina Monroe y sobre los cuales las fuerzas de la transformación y el cambio deberían fijar su atención, para lograr avances transcendentales ante los restos del panamericanismo que han llegado hasta el presente.
En una multiplicidad de estudios recientes se llama la atención sobre el hecho de que China ha ido incrementando las inversiones en ALC, un promedio de 10 000 millones de dólares cada año (Ding, 2021). Esta es una tendencia que se había iniciado desde el 2008, año en que se publica el primer libro blanco chino sobre la región (un segundo se publicó en 2016) y en el que además comenzó la última gran crisis financiera internacional.
Al mismo tiempo, China se ha convertido en el principal socio comercial de Brasil, Chile y Perú, y se acerca a lograr lo mismo en Argentina. En estos momentos en el total de todas las importaciones latinoamericanas, el mercado chino representa el 40% (Moreno, 2021).
En estos años China también fue adquiriendo compañías de primer orden en sectores estratégicos de países específicos de la región, como fue el caso de la primera empresa del sector eléctrico en Perú y la tercera de Chile (Moreno, 2021). Asimismo, China avanzó en la firma de acuerdos de alianza estratégica o de libre comercio con varias naciones del área.
De forma global, en 2015 durante la celebración de la primera reunión ministerial del Foro China-CELAC, el presidente chino propuso un marco nuevo de cooperación integral entre China y ALC llamado «1+3+6»