El abrazo a una causa - Colectivo de autores - E-Book

El abrazo a una causa E-Book

Colectivo de Autores

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Beschreibung

Los hechos que se narran en la presente obra forman parte de la historia de la cuidad primada de Cuba; Baracoa, tierra de ricas tradiciones patrióticas y culturales. Aquí están las huellas de nuestros próceres por la independencia y de la lucha por la liberación nacional; estos últimos comprometidos con la Revolución decidieron dar El abrazo a una causa, que no fue en vano. Ellos supieron organizarse, entre los que estuvieron los hombres de la compañía Manuel Tames del Segundo Frente Oriental, quienes vieron bien claro que el triunfo de Enero iba a ser y ha siso para siempre la gran verdad de la que no cabía dudas, de que era necesario.

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Seitenzahl: 208

Veröffentlichungsjahr: 2023

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Edición:Lissett Gómez Vale

Diseño de cubierta:Wendy Soto Pérez

Diseño de interior y realización:Wendy Soto Pérez

Corrección:Sandra Melian Viñals

Imágenes:Cortesía de los autores

Revisión tecnica:Sarai Rodríguez Liranza

Cuidado de la edición:Tte. cor. Ana Dayamín Montero Díaz

© Comisión de Historia de las FAR,2020

© Sobre la presente edición:

Casa Editorial Verde Olivo, 2022

ISBN: 9789592245518

Nota: El contenido de la presente obra fue valorado

por la Oficina del Historiador de las FAR

Todos los derechos reservados. Esta publicación

no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte,

en ningún soporte sin la autorización por escrito

de la editorial. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) o entre la web www.conlicencia.com EDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.

Casa Editorial Verde Olivo

Avenida de Independencia y San Pedro

Apartado 6916. CP 10600

Plaza de la Revolución, La Habana

[email protected]

Table of Contents
INTRODUCCIÓN
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Inicios
El movimiento clandestino y su integración a la guerrilla
El papel de la mujer en la lucha por la liberación nacional
Generalidades
La Compañía E
El primer ataque a Imías y otras acciones
Otras acciones
La lancha Tamacúm
Valoración de las acciones realizadas por la lancha Tamacúm
Operación Antiaérea
Fundación de la Columna 18
Misiones para la región de Baracoa
La Fuerza Aérea Rebelde
Orígenes
Oficialización de la Compañía A
Pelotón 1
Pelotón 2
Pelotón 3
Creación de los pelotones 4 y 5
Pelotón 4
Pelotón 5
Estructura de la Compañía A
Intendencia y Abastecimientos
Personal
Servicio de Inteligencia Rebelde (SIR)
Comunicaciones
Finanzas
Educación
Justicia
Sanidad
Fincas intervenidas
Obras Públicas
Atención al transporte y talleres
Cocina (escuadra)
Cárcel
Atención a los campesinos
La educación en el territorio de la Compañía A
Primeras acciones de la Compañía A
Acciones principales
La segunda emboscada de Guamá
Combate en la Cagüeiba de Jauco
Tercera emboscada de Guamá
Organización para el tercer combate de Guamá
Desarrollo del combate
Acciones realizadas entre el 6 de noviembre y el 27 de diciembre de 1958
El combate de Imías
Análisis de la batalla de Imías
Cerco, asedio y liberación de Baracoa
Sitio y ocupación de Guantánamo. Entrada triunfal a Santiago de Cuba
Estructura y composición de la Compañía A
Servicio Inteligencia Rebelde (SIR)
Unidades guerrilleras
Pelotón 1
1.ª Escuadra
2.ª Escuadra
3.ª Escuadra
4.ª Escuadra
Patrulla Independiente, avanzada de Cabacú, Boca de Miel
Pelotón 2
1.ª Escuadra
2.ª Escuadra
3.ª Escuadra
Patrullas de la costa norte de la Rencontra, Minas y Guanagón
Patrulla de Duaba
Patrulla de Nibujón
Patrulla de Yamanigüey
Pelotón 3
1.ª Escuadra
2.ª Escuadra
3.ª Escuadra
Patrulla del Pozanco
Pelotón 4
1.ª Escuadra
2.ª Escuadra
3.ª Escuadra
4.ª Escuadra
Pelotón 5
1.ª Escuadra
2.ª Escuadra
3.ª Escuadra
Patrulla de Boca de Jauco
Escuadra de servicios
Intendencia
Personal
Comunicaciones
Finanzas y Economía
Educación
Justicia
Sanidad
Puesto sanitario
Fincas intervenidas
Obras Públicas Rebelde
Atención al transporte y talleres
Cárcel
Atención a los campesinos
ANEXOS
Testimonio Gráfico
BIBLIOGRAFÍA

Al jefe del Segundo Frente Oriental Frank País, general de ejército Raúl Castro Ruz, por sus sabias enseñanzas.

A los combatientes de esta unidad guerrillera, a los luchadores clandestinos y colaboradores del Ejército Rebelde, en la región de Baracoa, y a todos los que dieron su aporte por nuestra liberación.

A las madres, los padres, las esposas y demás familiares que sufrieron la pérdida de sus seres queridos en manos de la dictadura que ensangrentó a nuestro pueblo durante seis largos años y bajo la ignominia de una neocolonia impuesta por el imperialismo yanqui durante más de cincuenta años.

Con el esfuerzo y la sangre derramada por nuestros héroes y mártires se abrió el camino hasta lograr la ansiada libertad del Primero de Enero, que fue la respuesta del pueblo de Cuba, a más de cuatro siglos de opresión y, por primera vez, somos verdaderamente libres.

La Comisión quiere dejar constancia de su gratitud a las instituciones y personas que participaron destacadamente en la elaboración de esta modesta obra:

Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias; Oficina de Historia del Segundo Frente Oriental Frank País; al Doctor en Ciencias Históricas, comandante Belarmino Castilla Mas, por sus consejos y ayuda; al Licenciado en Ciencias Sociales Renato Rabilero Duharte, por su dedicada revisión y corrección final, y a Elia Esther Pérez Hernández, por su responsabilidad y entrega en la digitalización.

Oficina de Atención a los Combatientes de la provincia de Guantánamo y del municipio de Baracoa, Ministerio de Salud Pública.

Agradecemos a la compañera Mayra Fernández Rosado, del Minsap, y a los compañeros Carlos Martínez López y Vidalys Hernández González, de la Eoaind no. 2 Julio Antonio Mella del Micons, por su ayuda en la edición e impresión de los borradores.

A la compañera Amelia Brito Rojas y a Donis P. Coutín Correa que, con esmero, efectuaron correcciones en el borrador.

 

 

Comisión de Historia de las FAR

INTRODUCCIÓN

 

La región de Baracoa es muy rica en tradiciones de lucha revolucionaria y rebelde, que se remontan desde los caciques Hatuey y Guamá, los palenques de esclavos e indígenas que se sublevaron contra el poder de los amos españoles, hasta las gloriosas luchas de los Maceo; Máximo Gómez Báez; Flor Crombet; Pedro Agustín Pérez, Periquito; Cardoso; Ruenes; Rustán y una legión de héroes que se levantaron en armas para conquistar nuestra libertad.

Asimismo, en la neocolonia, las luchas de los campesinos del Realengo 18, Caujerí, toda la región de Sagua de Tánamo-Baracoa, los movimientos campesinos organizados bajo el liderazgo del mambí Lino de las Mercedes Álvarez, sembraron las semillas de la rebelión contra los abusos, el robo de las mejores tierras y los desalojos campesinos a favor de las compañías yanquis y sus testaferros.

Aunque esta zona era de las menos desarrolladas del país, siempre hubo ansias de justicia entre sus pobladores, quienes se hacían eco de las prédicas de José Martí, Antonio Maceo y otros destacados patricios, que no aceptaban la ignominia en que los malos gobernantes habían sumido al país. En su trayectoria de lucha dejaron sus huellas, recuerdos y ejemplo, a su paso por la región.

En la década de los años 50 del siglo XX, la juventud se aglutinaba alrededor de las ideas de hombres como Julio Antonio Mella, Antonio GuiterasHolmes y Eduardo Chiás Rivas, con su lema «Vergüenza contradinero», inspirados en la herencia rebelde de sus padres y abuelos que, en la mayoría de los casos, habían luchado en el Ejército Libertador y fueron testigos del gran fraude que sufrió nuestra patria al concluir las guerras de liberación contra el dominio español, cuando,n lejos de poder disfrutar del triunfo conquistado al filo del machete, vieron traicionados los postulados por los cuales habían muerto tantos cubanos de más de una generación.

En todo el país, los hechos del 26 de julio de 1953, liderados por Fidel Castro Ruz, en los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, repercutieron intensamente.

Baracoa no quedó al margen de la nueva situación insurreccional que con la acción de los moncadistas se había configurado. Desde los primeros momentos, la región dijo: ¡Presente!, con muchos jóvenes dispuestos a empuñar las armas para luchar y derrocar a la tiranía de Batista y lo que esta representaba.

Tanto en los asentamientos rurales de Puriales, Guayabal de Yateras, El Mije, Guaibanó, Jauco, La Tinta, Gran Tierra, Sabana, como en los grandes núcleos urbanos de Guantánamo y Baracoa, los campesinos, comerciantes, estudiantes, maestros y las mujeres adquirieron mayor grado de conciencia política. Gradualmente se organizaban de forma espontánea, en los primeros grupos del Movimiento 26 de Julio. Estos grupos fueron el germen de las células que se iban estructurando en las regiones de Guantánamo y Santiago que sirvieron de base a las milicias precursoras de los grupos que después se alzaron.

Desde los albores del 30 de Noviembre y el desembarco de los expedicionarios delGranma, la idea de «Libertad o muerte» fue concretándose y llevándose a cabo en diferentes accionesde propaganda yagitación, sabotajes, acopio de armas, recaudación de fondos.

En los meses de enero-marzo del año 1958, un grupo de combatientes se levantaron en armas en la finca El Mije de Puriales, dirigido por el campesino José Durán Bravet, y en marzo-abril lo hizo otro grupo de combatientes de la ciudad de Baracoa, en Quibiján.

Con el desarrollo alcanzado por la Columna 18, el mando rebelde decidió reforzar la región de Baracoa y como jefe fue designado el primer teniente José Durán Bravet Zapata, quien reorganizó los distintos grupos, estructuró el mando con tres pelotones e integró dos unidades más, lo que dio lugar a la constitución de la Compañía A. En el territorio se realizaron acciones de hostigamiento al ejército batistiano, donde se destaca la segunda y tercera emboscada de Guamá, el combate de la Cagüeiba de Jauco, el combate de Imías, y por último, el cerco y ocupación de la ciudad de Baracoa, después de obligar al enemigo a abandonarla.

Además de las acciones combativas, se realizó un meritorio trabajo político y social con la población campesina, que incluyó: arreglos de caminos, fundación de escuelas para los niños, alfabetización para los campesinos y la tropa, atención médica, impartición de justicia. Asimismo, se organizaron servicios de intendencia en la fábrica de chocolate y la de queso; administración de fincas intervenidas a los socios y testaferros del tirano Batista, obras públicas y otras actividades importantes que garantizaban otras misiones guerrilleras y mejor atención a la población de las zonas liberadas.

La presente obra narra la interrelación entre las tres Compañías D, E y A de la Columna 18 y con la Columna 6 Juan Manuel Ameijeiras del Segundo Frente Oriental Frank País.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

 

 

El almirante Cristóbal Colón llegó a Baracoa el 27 de noviembre de 1492.Encontró una naturaleza plena de belleza y una población aborigen amable, con cierto grado de desarrollo, descendientes de los indígenas arahuacos y una elevación que describe en su diario como «montaña alta y cuadrada que parecía isla».

Diego Velazquez de Cuellar fundó, el 15 de agosto de 1511, en un puerto de la costa norte oriental que los indígenas llamaban Baracoa «tierra alta», en lengua arauca, la villa Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, primera población española en la Isla se le declaró capital de Cuba.

Aquí comenzó la resistencia de los indígenas ala ocupación española, liderada por el cacique Hatuey y luego por Guamá en 1534.

En la etapa de la colonización de La Española, con la entrada de africanos, se produjo una unión entre indios y esclavos, que eran cruelmente explotados. Se dieron las primeras sublevaciones y surgieron los palenques, que duraron muchos años, hasta los albores del sigloXIX.

Durante la Guerra Grande de 1868-1878, la invasión a la jurisdicción de Guantánamo quedó señalada en la historia con el asalto al cafetal La Indiana, el 4 de agosto de 1871. En esta ocasión José Maceo Grajales, gravemente herido, cayó en manosde los españoles. El primer grupo de atacantes se tuvo que retirar, pero Antonio Maceo pidió a Máximo Gómez que le dejara guiar la acción para salvar a su hermano. El Titán de Bronce avanzó con decisión y rescató a José. Allí se hizo de numerosos pertrechos y armas. En el periodo de 1871 a 1878, Maceo libró una de las campañas más victoriosas de la Guerra Grande como jefe de operaciones de la región de Guantánamo. A finales de noviembre de 1876, conjuntamente con los coroneles Silverio del Prado y Juan Rius Rivera y mil trescientos soldados y oficiales atacaron por sorpresa la guarnición de Sagua de Tánamo y los poblados de Zabala, Juan Díaz y Cedro y se ancaminaron por Las Cuchillas de Santa Catalina y Toa hasta arribar a las proximidades de Baracoa. En la mañana del 23 de diciembre atacó el poblado de Sabanilla, el cual fue incendiado por los patriotas, y dirigió a los invasores hasta la histórica Villa. Allí comenzaron a hostilizar a los sitiados, entre los cuales se encontraba el brigadier Francisco de Borbón, príncipe de la Casa Real Española, quien tuvo que encerrarse en sus fortificaciones, sin atreverse a salir a pelear contra los mambises.

En la Protesta de Baraguá, Guantánamo estuvo al lado de Maceo. Las fuerzas dirigidas por el coronel Pedro Martínez Freyre apoyaron la posición del Titán de Bronce de continuar la guerra. Con las fuerzas del Regimiento de Guantánamo, Martínez Freyre sorprendió el fuerte Baitiquirí y ocupó catorce mil raciones de comida, ropas y cabalgaduras. Después dirigió sus tropas hacia Baracoa, donde el enemigo no presentó combate.

El 17 de mayo de 1878 arribaron los mambises al Valle de Caujerí y se dirigieron a un abierto llamado La Criolla. Aquí chocaron con una numerosa columna enemiga dirigida por el general Santos Pérez, que se batió en retirada. El combate de La Criolla ocurrió dos meses y dos días después de la Protestade Baraguá. los mambises de la región demostraron su fidelidad a Antonio Maceo y a la intransigencia revolucionaria que el líder les impregnó con su valor, tenacidad y ejemplo. En La Criolla se dio la última respuesta al Pacto del Zanjón.

En la Guerra Chiquita (1879-1880) también Guantánamo y Baracoa estuvieron presentes con las huestes de los coroneles Pedro Martínez Freyre, Silverio del Prado, Pedro Agustín Pérez, Félix Ruenes y muchos bravos de la región. Dirigidos por José Maceo Grajales, Guillermo Moncada, Arcid Duvergel y Limbano Sánchez derrotaron en más de una ocasión a las tropas españolas. Entre el 29 y 30 de marzo de 1880, en Arroyo de Agua, se dio el último combate de la Guerra Chiquita.

La siguiente etapa de lucha insurreccional —la Guerra Necesaria organizada por José Martí (1895-1898)— se extendió por la región con sorprendente rapidez y fuerza como resultado del trabajo organizativo del coronel Pedro Agustín Pérez, Periquito, quien a su vez recibía instrucciones del mayor general Guillermo Moncada, jefe de los grupos revolucionarios del sudeste oriental.

El 24 de febrero de 1895 se levantaron en armas los guantanameros en la histórica finca La Confianza. De acuerdo con las orientaciones impartidas por Antonio Maceo, se realizaron acciones de asalto y toma de fuertes.

Por Playa Duaba desembarcaron, el primero de abril, Antonio Maceo, José Maceo, Flor Crombet y un reducido grupo de patriotas para reiniciar la guerra. Al desembarcar fueron perseguidos por fuerzas españolas y los indios de Yateras dirigidos por Garrido. Los expedicionarios derrotaron a las fuerzas españolas en el Alto del Pino; luego Maceo y sus acompañantes se dispersaron en Guayabal de Yateras. El valeroso Flor Crombet cayó en combate el 10 de abril, en Palmarito de Yateras y José Maceo logró salvar su vida gracias a su arrojo y fuerza.

El 11 de abril de ese año desembarcaron por Playitas de Cajobabo, José Martí Pérez y Máximo Gómez Báez; atravesaron la región semidesértica de Baitiquirí y arribaron el 25 al valle de Guantánamo. Estuvieron a punto de caer en una emboscada española, que se pudo evitar por la oportuna llegada de José Maceo. En el violento combate de Arroyo Hondo, la fuerza enemiga fue obligada a retirarse apresuradamente hacia Guantánamo. En esta ocasión cayó en combate el bravo coronel Arcid Duvergel, hombre de absoluta confianza de Maceo y veterano de las tres campañas militares cubanas. Además de estas acciones, hasta la intervención norteamericana en enero de 1898, se sucedieron múltiples combates en toda la región, donde se destacaron los pobladores por su valentía.

En 1923, en el Valle de Caujerí, se produjo unagran movilización campesina ante el intento deuna compañía norteamericana de apoderarse desus tierras mediante documentos fraudulentos.

A partir de la Revolución de 1933 y específicamente en 1934, las luchas campesinas del Realengo 18 constituyeron el más fuerte movimiento en defensa de la tierra en todo el país. En este territorio, los campesinos dieron el grito de «Tierrao sangre». Las luchas se sucedieron en toda la región de Guantánamo y Baracoa hasta el triunfo de la Revolución.

 

 

Inicios

Las primeras células del Movimiento 26 de Julio en la región de Baracoa se crearon por José Durán Bravet, en octubre de 1956, siguiendo instrucciones de Frank País. La primera fue en El Mije de Puriales. En meses posteriores se constituyeron otras, y los compañeros que estarían al frente eran: en el poblado de Puriales, Antonio Martínez; Los Letreros, William Legrá Galano; Centeno, Fidel Martínez Machado; La Maya, Cirilo Pelegrín; San Antonio del Sur, Adelmo Martínez; Imías, José Pérez y La Ondeada, Catalino Martínez Arias.

Cumpliendo la misión encomendada, estas células realizaban labores de propaganda y recogida de armas. José Durán coordinaba encuentros con simpatizantes para sumarlos al Movimiento 26 de Julio, como el ingeniero Jorge de Moya (funcionario de la Compañía Navarrete), Emigdio Reloba García (ayudante del capitán Ramón García Santana, Jefe del Escuadrón de Baracoa) y otros.

Posteriormente, tanto Jorge de Moya como Reloba se incorporaron al Ejército Rebelde. La esposade Jorge, Lala Navarrete, ayudó a curar a los heridos graves en el hospital de la Base Naval; además, en varias ocasiones, colaborócon el capitán Orestes del Río Herrera para que entrara en la base a resolver piezas y parque para la Fuerza Aérea y un radio faro para la pista de Imías.

Reloba ayudó con balas 30-06 y 45 y formó una célula entre clases y soldados desafectos al régimen, con el sargento Sixto de la Torre como jefe; todos fueron muy útiles y se unieron a la guerrilla.

Paralelamente un grupo de jóvenes con inquietudes revolucionarias organizaba clandestinamente el Movimiento 26 de Julio.

Pasado el levantamiento del 30 de noviembre, el 18 de diciembre de 1956, Luis Herrera, Tito y Cuqui Pereira fueron a Puriales de Caujerí. A causa de la represión desatada por los esbirros de la tiranía, se reunieron con Durán Bravet para valorar la posibilidad de un alzamiento por aquella región en la cordillera de Sagua-Baracoa. En ese territorio, los combatientes de Sierra Canasta y Caujerí formarían una fuerza capaz de operar contra la tiranía batistiana.

En los primeros días de junio de 1957, José Durán se incorporó al grupo de Sierra Canasta.

Dirigido por Wicho, Zapata participó en algunas operaciones en los llanos de Guantánamo y regresó en agosto a Caujerí para preparar condiciones y esperar a los compañeros que saldrían de Sierra Canasta para incorporarse a la guerrilla y en la segunda quincena de agosto, cayeron en una emboscada enemiga en el arroyo La Jaiba, en Yateras, donde murieron Emilio Lora Osorio, Juan Cuesta Vulgar e Inocencio Ramírez Cardona; los demás se vieron obligados a retornar a su base de operaciones.

En la última semana de agosto Zapata y otros combatientes regresan y realizan operaciones en el Realengo 18, La Ayúa, Manantial y Los Tomates.

A finales de octubre de 1957 se le orientó a Durán trabajar subordinado a la dirección del Movimiento de Guantánamo. El enlace era SenénTorresGómez, su esposa.

En la segunda semana de noviembre de 1957, Zapata, en la tienda de Felipe Sevila Rodríguez en Guaibanó, recibió la visita de Donis Coutín Correa y José Solá, quienes procedían de Guantánamo para valorar la posibilidad de que varios compañeros del Frente de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio de Baracoa se incorporaran a la guerrilla, pues tenían una situación muy difícil en la ciudad. Zapata estaba dispuesto a recibirlos, aunque por el momento solo podía ofrecerles realizar la quema de caña y otras acciones menores, porque no tenía armas suficientes para ellos.

En diciembre de 1957, en Guantánamo, se efectuó una reunión en la calle Martí y 6 sur, en la casa de Luly Rojas. La presidió Luis Lara Espinosa, Toto, coordinador del Movimiento. Participaron Samuel Rodiles Planas, Amancio Floreán Galano, Rafael Lozada, Luis Pérez Jaen, Carlos Lahite Lahera, Luis Herrera Tito, José Salgado Suárez, José Durán Bravet, Roberto Herrera Tito y RubistéinHerreraTito. Allí se acuerda crear el grupo guerrillero de Caujerí y Zapata sale para allá en unión de los compañeros Iluminado Duvergel Barroso, Cruz Jiménez Rodríguez, Herminio Araujo Soa y Esmérido Luna Peña para formarlo, con los compañeros más comprometidos de las células de ese lugar.

 

El movimiento clandestino y su integración a la guerrilla

En Baracoa, a raíz del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, las inquietudes revolucionarias de los jóvenes se concientizaron más y desde finales de 1956, organizaron el Movimiento 26 de Julio. Lo integraban Pedro Matutes Guilarte, Donis Coutín Correa, Manuel César Borges, Manuel Grimón Hernández, Oliverio Suárez Abella, José Ángel Frómeta Carcassés. Juan L. Utria Gamboa, Manuel Aguirre Gamboa, Nery Delgado Lobaina y otros.

La actividad subversiva desarrollada duran-te 1957 principalmente los sabotajes ejecutados en el último trimestre de ese año y enero de 1958 contra propiedades de personeros de la dictadura, crearon un fuerte estado de agitación revolucionaria en la población.

Fueron significativos los sabotajes con bombas al banco de Simón, al Rancho Club de la representante Enriqueta Boué y a la Conductora del Acueducto; la quema de la Tenería de Fello «El Dominicano», jefe de los masferreristas, la destrucción de las pasarelas al Club Deportivo, corte de la electricidad, así como también la colocación de banderas del 26 de Julio, pintura de letreros contra la dictadura, distribución de volantes y propaganda en lugares céntricos de la ciudad, entre otras acciones.

La efervescencia revolucionaria alcanza su clímax el 2 de febrero de 1958, después de explotar una bomba en Obras Públicas. Al fracasar algunos de los sabotajes planificados no pudieron incorporarse otros compañeros al grupo de Zapata en Caujerí, como se había acordado desde noviembre. Fueron apresados algunos de los implicados en los sabotajes, entre ellos, jefes del Frente de Acción y Sabotaje y de células del Movimiento y otros sospechosos.

Muchos jóvenes continuaron las acciones de sabotaje como la quema del Juzgado, interrupción del servicio eléctrico y la colocación de banderas en lugares céntricos, hechos que causaron gran alboroto por parte de los esbirros de la tiranía y provocaron la detención y golpiza de varios revolucionarios y los encarcelamientos de Luis Manuel Paradela Quintero y Pello Gómez, quienes permanecieron prisioneros hasta ser ocupada por los rebeldes la ciudad de Baracoa el 27 de diciembre de 1958.

Las torturas ejercidas contra los detenidos pertenecientes a familias conocidas en la ciudad, conllevó a que aumentara el repudio de la inmensa mayoría de la población contra el oprobioso régimen batistiano, personificado en sus fuerzas armadas, sus colaboradores y chivatos.

El Movimiento 26 de Julio se preparaba para dar su mayor apoyo al Ejército Rebelde, que se prestaba para abrir un Segundo Frente en las montañas de la región oriental. La dirección de la organización en Guantánamo envió instrucciones a todas las regiones que atendía para que se procediera a la unificación, en compañías de milicias, de los miembros de todos los grupos y sus células, lo que permitiría una mejor utilización de esa militancia.

Esta orientación llegó a Baracoa entre febrero y principio de marzo de 1958. Quedaron creadas las condiciones organizativas para la realización del alzamiento.

Por encontrarse presos varios de los Jefes de grupos y células del Movimiento, la tarea de aglutinar y reunir a los comprometidos en una compañía de milicias recayó en Manolo Borges Fon como jefe y Rolando Marrón Duque de Estrada como segundo.

En los últimos días de marzo se alzó la gran mayoría de ellos y se concentraron en La Perrera, luego pasaron a la loma de La Patata y finalmente se establecieron en el campamento Sierra Azul. Más tarde formaron parte de la Compañía E Ciro Frías Cabrera y posteriormente integraron la Compañía A Manuel Tames.

El 11 de marzo de ese año llegó a Piloto del Medio, en las montañas de Mayarí Arriba, la Columna 6 Frank País integrada por aguerridos veteranos, entrenados en los combates de la Sierra Maestra y dotados de buen armamento. Al mando estaba el comandante Raúl Castro, quien fundó el Segundo Frente Oriental, Frank País en el noreste de la provincia oriental.

El capitán Félix Pena, jefe de la Compañía E, creada el 7 de abril, conoció del alzamiento de los compañeros de Baracoa, al mando de Manolo Borges y Rolando Marrón Duque de Estrada. En Puriales los incorporó a esta unidad guerrillera para fortalecerla. Después de valorar la situación, se determinó enviar a Argeo Hernández Durand con doce combatientes para seguir operando en la región de Baracoa, los que fueron reforzados a mediados de agosto con varios combatientes al mando del primer teniente Celso Sevila Rodríguez.

En la Valla de Gallos en Puriales, el 27 de abril de 1958 tuvo lugar un lamentable accidente: una mina explotó al limpiarla con un alambre y resultaron heridos varios rebeldes: Conrado Jerez Mariño perdió la mano derecha, Rafael Laffita Furones casi pierde una pierna y Arístides Leyva Blanco recibió fuertes quemaduras, logró salvarse al tirarse a un arroyo cercano para apagar el fuego que lo consumía.

Los rebeldes de Baracoa, desde que se alzaron a fines de marzo, llevaron a cabo reconocimientos en la región y prepararon las condiciones para el desarrollo de las actividades guerrilleras. Tenían escopetas de caza de distintos calibres, fusiles 22 y unos pocos cartuchos, algunos fusilescracket,winchester